He despertado pasadas las 12. Anoche me he quedado demasiado tiempo en el Umbrella House y hoy el día se ha hecho muy corto. Camino hacia un restaurante cercano pero termino por tomar el bus hacia Williamsburg. Odio almorzar solo asi que decido visitar a Elisa y a Patricia en el loft sobre Broadway en Williamsburg. ¡Qué deliciosos los huevos fritos con pan de molde! Pero bueno, solo un aperitivo porque Elisa demora demasiado en la esquina lavando, con la resaca de los tres vinos con Pedro al regresar por la noche. Filman afuera, la esquina del cine abandonado. Nos acomodamos para ver Eternal Sunshine of the Spotless Mind, escrita por Charlie Kaufman, este nuevo prodigio de los guiones americanos. Otra vez los mismos giros que lo hicieron famoso con Adpatation, con Being John Malkovich. El punto que hace girar todo es el descubrimiento de la secretaria, víctima del doctor, y esta imagen deliciosa sobre la arena nevada de Montauk. El tren a Long Island, el cabello de Kate Winslet, los dos echados mirando las estrellas sobre el río congelado..Hemos marchado desganados hacia el concierto de Blues Grass, total Pedro que huye de la fiesta de los retrasados. Pero como el plan es ahorrar y a Elisa todavia no recupera medio hígado, tomamos dos tecitos demasiado dulces en la esquina turca sobre Hudson, a media cuadra del Katz. Antes de salir ha comenzado a nevar, y Patricia dice que la nevada no cuaja. ¡Pero sí que ha cuajado tía! Y el sobretodo se cubre de copos blancos..