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The New York Street

Un blog lleno de historias

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Resina

Ñaño: el superhéroe ilegal

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Corren los primeros años del siglo XXI y la vida se pone difícil para los ilegales que viven en Nueva York.

Después de los atentados del año 2001 el gobierno ha impuesto una serie de medidas que complican aún más la vida de quienes residen en esta ciudad sin visa de los Estados Unidos ni tarjeta verde.

Para colmo de males, la MTA decide que para mejorar el lamentable servicio de transporte público que le brinda a sus usuarios, debe de aumentar –de manera drástica– el costo de los pasajes y las MetroCard ¿Quién puede ayudar a los pobres latinoamericanos que sobreviven, mal que bien, paralizados entre las amenazas terroristas, los aumentos del costo de vida y las maniobras políticas de ese presidente impresentable llamado George W.Bush?

Así nace Ñaño: El superhéroe ilegal. Un embanderado de la justicia que hace su trabajo superheroístico en la ilegalidad porque ha entrado a EEUU cruzando la frontera por los aires, sin detenerse en los controles migratorios. Un ciudadano cuyo único documento de identidad es el que le ha expedido una nación sudamericana en permanente crisis económica y política.

El único poder de Ñaño es el poder de convencimiento. Y armado con él, viaja por los cielos de los cinco condados neoyorquinos, haciendo el bien.

El bodeguero asesino

Coiman en Entreviñetas en Colombia

Estos son las dos de mis historietas que participarán en setiembre en la exposición «Entreviñetas» en Colombia, con el fanzine Carboncito llevando la bandera del comic peruano. Hagan click en las imágenes y compartan conmigo el enorme placer de ser Resinas. Gracias…totales.
Coiman en NYC

Resinápolis

Roco, el cantante de La Maldita Vecindad, aprueba los calzoncillos de Peter Parker

Tal vez las sábanas estaban calientes y sudadas aquella mañana de un primero de enero. Tal vez. Eso sucede con cierta frecuencia en Lima. No es ilógico suponer que la noche anterior yo había bebido demás. Eso también solía pasar. No recuerdo bien con quién bebí ni qué bebí. No recuerdo los colores de los licores, o de las mezclas, nichts de nichts. Tal vez haya sido un trago barato, y tal vez éste haya sido compartido con mis amigos de la universidad, porque eso era parte de lo que yo también hacía cuando se terminaban los años y yo aún no cumplía los 20.

Pero sí recuerdo que fue una idea feroz la que me hizo levantarme de la cama, coger un cuaderno que estaba a la mano y garabatear un personaje. Le puse granos, le puse lentes oscuros, le puse una camiseta de franela roja que era la que yo más usaba por aquellos años, le puse chancabuques y así nació El hombre Pus. Después bosquejé historias que fueron quedando incompletas, después terminé una, conseguí colaboradores, amigos interesados en dibujar y salió Resina.

Había pasado otro año, las copias iban engrapadas y eran muy malas. En ese primer número había un chamán que fumaba hierba y un dragoncito que quemaba pajaritos con el aliento. Después hubo una edición mejorada, sin nombre en la tapa porque alguien olvidó ponerlo en la imprenta en que nos lo hicieron gratis (la imprenta de la aviación militar peruana, nada menos) y unos años después, yo ya estaba sentado en las escaleras del Centro Cultural de la Católica, afuera del auditorio donde anunciaban a los ganadores del concurso de Calandria, repartiendo la Resina 3.

Pasaron algunos meses, y allí estaba Roco, el gran vocalista de La Maldita Vecindad, agarrando la Resina con una sonrisa, tal vez pensando que el Hombre Araña en calzoncillos había encontrado sus cinco minutos de fama.

Y esa es la historia.

Alguna vez esta historieta se publicó en la revista Shock de Bogotá (lo ví años despúes, rebuscando en los archivos. No sé cómo no se metieron en problems con los derechos de autor) Alguna vez la mencionaron en un artículo de Somos, a propósito de la película cuyo estreno ya venía. Alguna vez alguien escribió una reseña sobre Coiman y  El Hombre Pus en la revista Caleta, que yo siempre leía; y este historietista apareció en una foto bastante posada en la revista Phantom y en el diario El Mundo. Todas ellas, publicaciones que no sobrevivieron al cambio de siglo.

Alguna vez fui Resina ¡Sí señor! Y mi amigo El Mudo–traidor en las canchas, buen amigo en su Volkswagen amarillo–salió por allí con una chispa de ingenio y le puso el subtítulo: «Historietas para mentes cochinas». Esta revista fue mejorada con el diseño de mi compadre Rafo y las fotografías inspiradas, tomadas sobre una banquita, en el concierto de Leuzemia en El Sargento, de mi amiga Anahí.

Acabo de encontrar esta foto y me ha hecho sonreír. Ya no soy tan resina ¡Qué cagada!

El arte de CHERMAN


Es posible que la Lima que quiere Cherman es la misma que yo conocí cuando se me ocurrió llamarla Resinápolis. Es la Lima cochina de Orrego, de Barrantes, de Belmont, la ciudad que parecía condenada a desaparecer entre toneladas de basura, el humo de los microbuses antiguos y el caos del comercio ambulatorio.

El recuerdo más vivo que tengo de esa ciudad, a la cual llegaba cada mañana con mi familia, para dejar a mi padre en las oficinas del banco en la esquina de Camaná con Emancipación, era la cantidad de deshechos que se acumulaba de un día para otro en la berma central de la Circunvalación. Las casitas grises del cerro San Cristóbal se perdían entre el humo de la chatarra quemada y la neblina.

De ese caos salió la cultura que ahora vive en los conos. De ese desorden de vereditas ganadas por los ambulantes, paredes malolientes y cubiertas de smog, se ha producido esta cultura peruana popular que cada vez se ve con mayor claridad en la pintura, en el cine y en la literatura. Del dinero del comercio ambulatorio ha salido la riqueza que ahora florece en el cinturón de barrios que rodean a la antigua Lima y que permite a la ciudad de bronce (y semi bronce) mirar sin envidia a la Lima blanca y vieja que antes la menospreciaba. Ahora sí podemos decir que el Perú está representado en las pollerías del Jirón de la Unión.

Si bien nos gustaba odiarla, creo que reconociamos que en esa Lima desastrosa estaba también el elemento que nos diferenciaba de otras ciudades latinoamericanas, el germen de una cultura en gestación. En esa pesadilla a la que parecia una mala broma haber llamado alguna vez «la tres veces coronada villa» estaba formandose una identidad distinta en la cual se integraba lo criollo y lo cholo con todos sus matices.

Para colmo de las contradicciones, lo criollo empezó a asociarse con lo tradicional, mientras lo cholo se asociaba con lo moderno. Gracias a la piratería y a la informalidad, en esos cubículos hacinados de los campos feriales de Polvos Azules, las Malvinas y Polvos Rosados y en cientos de otros puestitos de las veredas de la capital, era donde Lima se encontraba con lo que sucedía en el mundo.

Creo, que esa es la Lima de la que Cherman ha sacado su arte, la que le ha dado vida. La rica mezcla que se ha producido de esas contradicciones es lo que vemos en esos retratos en los cuales se combina el humor con la crítica social. Es el arte de un Perú que ya no es el de antes, sino mucho más sabroso, más chicha y más cautivante.

The Pus Monologue

 

 

La huevada es que no me sentía bien en Resinépolis. Cada dia era una cagada mas grande y yo estaba hasta las huevas.
Me jodió como mierda que no me sacaran el disco de mi grupo a pesar de que el contrato con Calaña ya estaba firmado hace un huevo de tiempo. Me llegó al pincho que me botaran del SIN porque no había un carajo de plata y los rechuchasumadre de Montesinos y el huevonazo de mi jefe se habian desaparecido dejando esa cojudez en quiebra. Y para terminar de cagarla me fui a la mierda cuando la hembrita por la que me cagaba me llamó para decirme que se iba a casar.

Resinapolis es el peor lugar para estar misio y arrecho.

Hay otros huevones que se acomodan y siguen para adelante. Pero putamadre yo ya estaba recontra cansado de seguir intentando, me estaba dando un estrés de putamadre sólo de levantarme a chambear. Y mi chamba era una cagada. Siempre habia proyectitos, huevaditas, pero no era nada de lo que a mi me gustaba hacer.

Harta gente se estaba quitando, asi que ¿Por qué yo no?

Yo había sido un idealista en algún momento, tenía mi cuarto lleno de posters contra el imperialismo y la putamadre. Pero que chucha.

Te quiero ver cuando no te salga nada y te ofrezcan venir a quedarte. La tenía papaya, me presentaron a un coyote y ya pe. Eso es todo. ¿Quieres saber más? Curioso de mierda. Putamadre, chambear aca es huevazo, la plata sobra, con una mano chambeo y con la otra me corro la paja. Así de fácil.

Pero jode acostumbrarse. El inglés de mierda apenas si lo mastico. Bueno, chucha eso irá mejorando. Ya conocí a un grupo de patas que quieren armar su grupo. Se llaman Los Antisociales pero yo ya estoy craneando como les voy a meter letra y al final les cambio el nombre al de mi ex grupo: Los 9 leprosos desagradecidos. ¡USA tour!. ¡La cagada!

No me quejo, tengo un cuartito en el Bronx, un culito fijo por allí, en los conciertos levanto otro culito, así se va haciendo patria, poquito a poco. Harto rosquete nomás, no pensé que en el Bronx, esto parecía así bien resina pero putamadre, harto ñoco.Ojo, nada contra los cabros. Hasta tengo un par de patas gays que son de putamadre. Felizmente les dices nica y se van, no como en Lima que si un cabro se te manda en la calle es porque está recontra angurri y o le metes un combo o sino se te tira a agarrarte la tripa.

Bueno chochera, ya me quiero ir a jatear. Mañana trabajo a las 6 de la mañana. ¡Concha su madre, ya son las 2! Putamadre y tú quieres seguir chupando. Una nomás huevón. Una más y tu pagas porque yo estoy misiazo. Estoy juntando plata pa comprarme una buena moto, la mía la dejé en Resinápolis en la casa de unos patas y ya me llamó un pata pa decirme que se la habían robado de su casa. Pendejo, seguro que el mismo se la hizo robar la conchasumadre. Dale pe, un parcito y a jatear.

El Hombre Pus


Seguimos en la lucha por dominar el Illustrator. Este Hombre Pus (1992-?) esta un poquito mejor que el Coiman anterior..

Coiman

 

Revisando el blog de 68 revoluciones y mirando las cosas que se están haciendo en Colombia. Dos semanas atrás le mandé a Carboncito un par de páginas para el número diez con una aparición de PUS y el número pasado le mandé dos comics que hice sobre COIMAN en NY. Nunca me puse seriamente a tratar de dibujar mis comics en la computadora, pero después de mirar lo que hacen en Colombia (¡vean ese enlace a 68 revoluciones!) hice este cuadrito de COIMAN y el logo de su uniforme (Bueno, era un simbolo de soles, ahora en USA ha cambiado a dolares, pero el signo antiguo me parecia mas bacan. Coiman a colores y el bigotito en illustrator. Si hasta parece un tombo coimero de verdad. Ese conches…

Art Spiegelman en Barnes and Noble

Casi de casualidad me enteré que Art Spiegelman (Maus ) iba a estar en Barnes and noble de Union Square para hablar sobre su libro In the Shadow of No towers. Todo como parte de la conmemoración de los cinco años desde los ataques del 11 de septiembre del 2001. Spiegelman es muy crítico del papel que jugó el gobierno americano luego de los atentados y se queja en cada cuadrito del modo como este atentado fue «secuestrado» -secuestraron el secuestro- por el gobierno de los Estados Unidos. Apenas si los neoyorquinos se estaban recuperando de las heridas y empezando a darse cuenta que habían sido agredidos por el terrorismo, cuando ya, EN SU NOMBRE, se les estaba utilizando para preparar una guerra de características apocalípticas. Las páginas, que no fueron publicadas originalmente por ningún medio masivo en los Estados Unidos (salvo el Forward, un medio orientado a la comunidad judía), fueron reunidas el 2004 para realizar este libro de precioso acabado. Allí Spiegleman describe como fue su experiencia el día de los atentados (el vivía y trabajaba a la espalda de las Torres Gemelas) y cómo se las arregló para superar el trauma de aquél día, gracias a la lectura de antiguas historietas publicadas en las tradicionales páginas a todo color de los antiguos periódicos norteamericanos: Little Nemo, The Katzenjammer Kids, Educando a Papa, La Gata Loca, etc.
Con diapositivas que hicieron didáctica la presentación, Spiegelman describió sus experiencias personales con todo el tema de las Torres Gemelas, detalles de su vida que cambiaron aquél día e incluso compartió su experiencia más reciente, junto a su esposa y co-editora, desde los años de su legendaria revista RAW, Francois, con quien está publicando una revista de comics para niños.
Allí al comienzo de esta entrada, está la foto de mi ejemplar autografiado. Uno de los tantos detallitos que hacen tan especial la vida en Nueva York.

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