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Vaso de piscosour
Originally uploaded by Ulises Gonzales.

Gregory Rabassa posa para la posterioridad, al menos la de los lectores peruanos, frente a un mapa del siglo XVIII. Se ve el contorno de Brasil y de la provincia de La Plata. Hemos conversado animadamente sobre Las Luisiadas de Camoes, sobre Nelida Pinhao y su libro de la «Doce Cancao de Constanza». Sobre las experiencias suyas y las de su esposa con los meninos da rua en Rio de Janeiro y la proclividad de los cariocas a compartir su nacionalidad con Dios. Y del odio hacia los argentinos, me cuenta una jugosa historia sacando los sellos para el visado del pasaporte en Rio. Desde la pared de su despacho sonrie un poster de Edson Arantes y de Mane Garrincha. Rabassa ha visto jugar al 10 de Brasil, alguna vez, hace mucho tiempo…
Me ha explicado el significado de saudade: Es lo que siente un marinero cuando se encuentra lejos de su tierra y piensa en su hogar. No es solo nostalgia, sino soledad y algo de tristeza…
Regreso por el mismo camino por el que he venido ,hacia Flushing. Tomo el tren 7 hacia Manhattan.
Por la noche Elisa me ha invitado a cenar y casi nos hemos terminado la botella de pisco especial. Es la primera vez en mi vida que preparo un pisco sour y francamente no me ha qudado tan mal. Demasiado pisco tal vez en la primera ronda. Patricia Iranzo, la valenciana, me ha sorprendido con sus habilidades con el pincel y sus cuadros gigantes de pintores famosos. He dormido en Williamsburg con el sonido de los trenes-el J y el M- en mi oreja. Y los ronroneos de Mams paseando y buscando ratones por alguna esquina de la pieza.