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Una reunioncita sencilla en Manhattan para celebrar el cumpleaños de Gabriela en el techo del edificio de Gianpaolo en la Segunda Avenida. La parrilla ya estaba buenaza pero la llegada de los mariachis fue recibida con aplausos desde los edificios vecinos. Cristi contó su alucinante viaje desde California hasta Nueva York con el tablista que regresaba, y Fabian pasará la voz para ir a la playa. El trabajo desde el jueves me había dejado agotado, necesitaba jatear toda la mañana y sin embargo el calor en la casa era alucinante. Casi 100 grados. Desde Knollwodd Miki dice que no es posible que los carros sigan llegando a jugar golf a las 3 de la tarde. El Mocano convence a todos para ir mañana a la playa. Reunión en Knollwood, temprano. Cristi me sigue hasta McSorleys donde conocemos a la productora de esta banda de impresentables de South Carolina. Es una moto cuando habla y nos dice que su esposo es el mejor planificador de finanzas en los Estados Unidos y que la conoció cuando ella trabajaba contando dinero en Tower Records. La llevó en viaje de negocios a Chile y Argentina. Es totalmente loca pero adorable. Se despide del mesero con un beso en la boca y nos invita a ver a los de South Carolina que se presentan no me acuerdo donde. Esperamos el tren a Pelham en Grand Central y yo estoy que me caigo de sueño. Fue alucinante el regreso en el tren a casa, con Cheryl, una afro-americana-coreana que me contó su vida desde la 42 hasta la 167.
Dice que va regularmente a Corea a visitar a sus familiares donde las relaciones inter raciales son más frecuentes que en EEUU. Su hija está terminando la universidad en Atlanta así que se muda para allá con ella pero deja en NY a su enamorado. Y su mamá, afroamericana tiene 70 y su abuela coreana vive en Chinatown. Los agradecimientos con tiza sobre el negro del techo, los globos en el borde, los mariachis, el calor insoportable y las Coronitas heladas con limón, un par de abrazos gigantes, la vida es dura en New York City, pero podría ser peor..¿no?
17 julio, 2006 at 9:28 pm
>Que bonito, mariachis en un techo.