Quise ser piel y enjuagarme
Con tu ropa.
Y a las nueve, apagar la luz.
Quise ser sobre todo
Él en ti
Ser los dos
Pero no se pudo
La lluvia no permitía las corridas
(Podías resbalar)
Pongo a quemar las cartas que me diste ayer.
Y escucho lo que dicen aquí, en Guayaquil.
En tu carne
¿Me escuchas?
Creo que te has quedado dormida
Tengo un rizo tuyo perdido entre mis dientes
Te quiero con toda el alma
Quito, 8 de mayo 2000
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