Habría que declarar que los tambores tienen luz propia. Cómo negarlo. Sería egoísta calificar a lo que estos instrumentos emiten, de simples «sonidos». Los tambores emiten luz y sensaciones, algunas de estas de carácter permanente.

 

Después del concierto de Cerati, las huestes desadaptadas- se movieron hacia el centro del parque, donde las tribus se habían juntado para el espectáculo del sonido. Se convocaron magos y magas, druidas, bailarines desacreditados. Gabriela aún no ha gritado: ¡Qué viva Sullorqui! detrás de los espectadores sentados de Perú Negro. Todavía está en camino, seguimos andando hacia el Lincoln Center.