A qué música debo el privilegio
A qué carne de cañón la conciencia tranquilaA qué sarna tu piel
A qué rabia tu deseoA qué siglos le debo este encuentro
A qué clavos martillo sin saberlo.
A qué música debo el privilegio
A qué carne de cañón la conciencia tranquilaA qué sarna tu piel
A qué rabia tu deseoA qué siglos le debo este encuentro
A qué clavos martillo sin saberlo.
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