La marcha llenó dos veces la plaza frente a City Hall. Se calcula en unas 500,000 personas los que asisitieron ayer a las manifestaciones para apoyar una reforma migratoria justa.

Alejandra estaba con una alergia espectacular y Rachel nos invitó luego de la marcha al restaurancito vietnamita que conoce en Chinatown. Esta es la época en la que a muchos neoyorquinos los atacan alergias, conozco casos parecidos en Lima pero ninguno como los que he visto aquí. El día estaba particularmente bello, el sol alto y generoso, sin brisa.

Esta mañana en la lavandería escuché que en algunas ciudades se paralizaron los puertos y las distribuidoras por falta de personal. Rachel dice que a pesar de las amenzas del jefe, ninguno de los mexicanos fue a trabajar a la lavandería donde ella suele ir. En la deli de su esquina también se notaba que los dueños estaban haciendo el trabajo que generalmente hacen los empleados.
Imágenes: El parque en Grand Street, en Chinatown, caminando hacia el restaurante vietnamita. El postre vietnamita, algo de plátano cubierto de dulce, las gotas antialérgicas y los mocos blancos de Alejandra, la voz como locomotora de Rachel distrayendo a Gianpaolo de Sicilia, el bigote mosquetero y las flores de Gianpaolo, el del norte; la papaya roja comprada en el mercado Grand Central.

Me iba a quedar en la universidad terminando una lectura para la clase de la doctora Ruzell pero no daba más, tenía la vista cansada de tanto estar frente a la pantalla tratando de terminar una página del Bronx Journal.

Intenté terminar de ver Underground, pero estaba agotado. El desayunito preparado por Yini fue revitalizador, la mermelada de Pirque, la salsa de tomate molido, lo necesitaba.

Me hizo muy bien conversar con Lima. Al parecer lo de Nicolás, Mariela y Canadá sí va en serio. ¿Alguien más celosa que Pía? Pensé que eso era imposible. No hay que olvidar la voz afónica de Paloma y el saludo de Gabriela desde Miami.

Ahora a concentrarme otra vez en el Bronx Journal, las fotos de la trabajadora social, ¡Mañana a las 8 de la mañana! Eso significa levantarse alrededor de las 7 a.m. Esto no está funcionando. Si bien en Knollwood ordenar el día era algo tan simple como mover los carritos de golf, aquí hay que hacer reingeniería. Nuca fui bueno para esas vainas.