Manos que jalan hacian el suelo,
Nada de qué avergonzarme,
Tal vez de no saber cómo se llama la calle
Habiéndola transitado antes.
Tal vez de no conocer a nadie
Y que a nadie le interese conocerme.
El exterior más ordenado
Esconde el caos que corre dentro
Inconscientemente llamas al peatón de negro,
Al asesino que maneja mejor el cuchillo.
Es tan facil pasar al otro lado del territorio
De los verdes campos de flor de lilo.
Asemejas:
Porcelana vieja a punto de caer,
Muebles apolillados
Decadente marco de ventana del Rímac
Pared carcomida, dientes cenizos
Aparentas:
Junio. Y corre por tus venas el temblor de enero
Aparentas:
Cada vez peor, cada segundo con menos aplomo.
Tal vez podrás resistir a las avispas asesinas,
En conveneintes plazos
Orgullo: ese extraño enemigo.
Tu mano decía:
Majestad, con tantos reinos disponibles, le sugerimos
Abandone su castillo.
Sin embargo te gusta el paisaje
Aquí se cae con más brío.
Piensas más en caer
Y en nadie para detenerte.