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Al terminar la película y empezar la ronda de preguntas, un espectador levantó la mano: ¿Lo que hemos visto es real o es ficción? «Es real, lamentablemente es real» respondió Ellen Perry, la directora, con una sonrisa. Me parece que cualquiera que NO haya vivido en el Perú, entre 1990 y 2000 tiene todo el derecho a pensar que lo que ve en el filme pertenece a los dominios de lo real maravilloso. Repasemos: imágenes de la elección de un japonesito desconocido, paseándose en su tractor en los pueblos jóvenes de Lima y luego abrazando victorioso y sonriente, a un incómodo Mario Vargas Llosa; imágenes del noticiero sobre los ataques a Palacio de Gobierno por Sendero Luminoso que disparó dos misiles Instalazza en los comienzos del regimen de Fujimori y declaraciones de la hija de Fujimori, una japonesita asustada que se acaba de mudar de su cómoda casa de clase media en Monterrico a este horrible y peligroso Palacio de Gobierno en el Centro de Lima; disolución del Congreso de la República y el famoso mensaje a la nación que yo recuerdo haber visto pasmado en mi habitación: el famoso «Disolver, disolver»; imágenes del multimillonario Raúl Ferrero, ex senador de la República enfrentándose al milico con cachiporra que le dice «respéteme usted y yo lo respeto»-yo seguí la campaña de Ferrero, ví su horrible comercial del Fredemo y aún recuerdo el jingle y creo que entiendo lo doloroso que debe haber resultado para él ser expulsado del Congreso luego de haberse gastado millones de dólares en una campaña electoral-también vi la cara del soldado, y las ganas de meterle el cachiporrazo (si no hubiera sido por la cámara de televisión que estaba filmando todo….); imágenes actuales de Fujimori, cómodamente instalado en Japón, respondiendo a las acusaciones-«nunca supe nada»- de que Montesinos ordenó, aprovechando el pánico del Fujimorazo, meterle una bombita a la casa de Fernando Olivera para asustarlo. (Me imagino que el Cardenal Cipriani habrá tenido la misma idea, cuando Olivera enseñó esas cartas falsas que no quiso entregar al Vaticano…); imágenes de los campesinos asesinados en Ayacucho, cuerpos mutilados y fosas comunes, campesinos llorosos y sin entender un carajo de lo que los reporteros les decían en español; imágenes de la bomba de Tarata y ese miraflorino ensangrentado y achorado, que yo también vi en el noticiero de las 11 en 1992, diciendo algo así como «esos hijos de puta no merecen vivir, que los maten a todos» ; imágenes de la captura de Abimael, su discurso frente a Ketín y el discurso completo tras las rejas, hablando de la revolución mundial vestido con el mismo uniforme a rayas que usan los tres chicos malos de las historias de Mac Pato; imágenes del Chino en su campaña de 1995; imágenes de Cerpa Cartolini en la ambulancia que los llevaría hasta la casa del embajador japonés y con su pañoleta rojiblanca pidiendo que liberen a todos sus compañeros emerretistas; imágenes de los mozos, vestidos de blanco impecable saliendo ordenadamente de la residencia y luego el militar ese vestido solo con una toalla escapando atolondradamente (no lo culpo); imágenes de Fujimori planeando la construcción del túnel y luego las famosas imágenes del rescate; imágenes de Fujimori subiendo las escaleras de la residencia y la famosa miradita al finadito Cerpa; imágenes de Fujimori el 2005 en Japón, dando conferencias sobre la lucha antiterrorista, firmando su libro y luego en una cena privada rodeado de sonrientes japoneses de clase media alta; imágenes de Susana Higuchi diciendo que los actores de Hollywood se quedaban chiquitos comparados con la actuación de su esposo, acusando a su familia de haberse beneficiado con las donaciones de ropa japonesa; imágenes de sus hijos pidiéndole a su mamá que recapacite y luego de Fujimori, ya en Japón, contándole a Perry que mientras duraba la campaña, él y su esposa, a pesar de ser candidatos por dos partidos opuestos, desayunaban normalmente en Palacio de Gobierno; imágenes filmadas por Hiro de los pocos pelos en la cabeza de Montesinos en una conversación privada en el Pentagonito; imágenes de los cadáveres de los asesinados en Barrios Altos, incluyendo a un niño; imágenes de la gente empezando a protestar porque el chino se quiere quedar cinco años más; imágenes de Fujimori bailando tecno-cumbia en sus multitudinarios mítines; imágenes de Fujimori en Japón, explicándole a Perry que como la constitución se promulgó en 1993 la elección de 2000 era su primera -y no su segunda- re elección (esto arrancó las carcajadas del público); imagenes de la marcha de los cuatro suyos y de un manifestante gritándole Chino con Ch; algunos vladivideos, imágenes de la payasada de persecusión
de Montesinos; imágenes de Fujimori convocando a nuevas elecciones donde él no iba a ser candidato; imágenes de Fujimori antes de su último viaje presidencial; imágenes de Keiko declarando que ella no estaba de acuerdo con que su padre renunciara por fax; imágenes de Fujimori en Japón explicandole a Perry que temía por su vida si regresaba al Perú; imágenes de Enrique Zileri explicando que Keiko había salido llorando de Palacio, abandonada por su padre, que ese pedido de asilo a Japón apoyándose en su doble nacionalidad era humillante para los peruanos; y, para cerrar, las imágenes de Fujimori, cual Miyagi San, caminando por las playas de Japón, solitario y pensativo….
Bueno, fueron diez años donde pasaron muchas cosas. Y eso que faltó mencionar la guerra con Ecuador, junto con las famosas apariciones de Fujimori al lado de la laguna en el desierto de Sechura tras el Fenómeno del Niño y sus remojadas en el noticiero de la mañana en vivo desde alguno de los baños termales que se iba a convertir en foco de atracción turística en alguna remota región del Perú. También faltaron las famosas entrevistas con Gisela y las imágenes de la señora La Rosa torturada por el servicio de inteligencia así como todo el escándalo de las firmas falsificadas y la fábrica montada-al parecer no solo por el partido de Fujimori-para completar los planillones.
Me queda la sensación que Perry intentó ser justa al retratar lo que pasó en los diez años de fujimorismo, si bien se le fue la mano con las imágenes del ex dictador caminando por la playa. Una peruana enfurecida se lo dijo en la ronda de preguntas. Es que da la sensación que Fujimori fuera el pobre líder que de pronto se ha quedado solo y que recuerda con nostalgia los años en que era amo y señor; una especie de Napoleón en Santa Helena que supongo es la figura que mejor ilustra–en la mentalidad de los directores occidentales- los casos de dictadores incomprendidos en el exilio.
Me imagino que si la película es exhibida en Perú tendrá una respuesta dividida entre los que les gusta Fujimori y los que no les gusta. Entre los que creen que fue un gran presidente y los que lo creen un asesino y un ratero. Para mí la película fue un repaso didáctico-espero no suene muy cruel este adjetivo-, de todas las cosas que pasaron en mi país entre 1990 y 2000: El retrato de un país en permanente crisis.
2 febrero, 2006 at 12:47 am
>No la he visto aún. No sé si haré mucho hígado…
13 febrero, 2006 at 2:29 pm
>Ya caerá…
17 febrero, 2006 at 1:14 am
>Que pena que me la perdi, suena interesante.Vi State of Fear unas semanas atras y quede decepcionada de la parcialidad y poca objetividad. Decir que cuando Fujimori cerro el congreso ya no habia amenaza terrorista en Peru es una gran mentira. Para muestra un boton: Tarata y la residencia del embajador Japones anos despues.Al Cesar lo que es del Cesar. Fujimori acabo con el terrorismo y la hyper inflacion haciendo possible salir de la crisis profunda. Los peruanos deberian darle gracias a Fujimori y reconocer su valentia al regresar voluntariamente a enfretar a sus acusadores. Fujimori se ha convertido en el gran chivo expiatorio culpable de todos los males habidos y por haber. No nos hagamos los tontos, la corrupcion siempre ha existido y sigue existiendo en TODAS las areas de la sociedad, no solo el gobierno. NADIE respeta la ley. Es un mal colectivo. Solo aqui en USA hemos aprendido a respetarla.Por ultimo, el gobierno peruano deberia ensenar con el ejemplo y respetar los derechos humanos de FUjimori. Despues de todo, unos de los principales derechos segun la declaracion universal de los derechos humanos es la presuncion de la inocencia hasta que se demuestre lo contrario. Pero eso seria mucho pedir…
17 febrero, 2006 at 3:43 pm
>Un gobernante no puede ser juzgado como si fuera un equipo de fútbol, con fans y rivales. Un gobernante es alguien que hace un trabajo, contratado por el pueblo. El pueblo lo elige y le paga por su trabajo. A Fujimori yo le reconozco muchas cosas buenas, decisiones acertadas como su campaña para crear conciencia tributaria, su lucha por insertar al Perú-de nuevo, debido a la cojudez que hizo Alan-en la comunidad financiera, la ley de arrepentimiento que creo desorganización en las filas senderistas tras la captura de Abimael, su manejo del desastre causado por el fenómeno del niño (basta compararlo con la gestión desordenada, débil e insuficiente de sus dos antecesores), el desarrollo diplomático posterior a la guerra con el Ecuador (que zanjó esperemos que para siempre un problema que tenían atragantados los presidentes peruanos desde la década del 40 que NO QUERIAN o NO PODIAN resolver), la lucha contra el narcotráfico (en la que Montesinos jugó un papel clave, jugó sucio y se llenó de dinero, en gran parte gracias al dinero que él mismo robó a los narcotraficantes, pero recordemos el estado de descontrol del narcotráfico en el Perú previo a fujimori, casi tan inmanejable como en Colombia), y el fomento del turismo al Perú, creo que nunca fue mejor manejado que desde la creación de Prom-Perú donde había profesionales dedicados a esa labor, (en general, supongo que también debe haber habido casos de ejecutivos colocados por favores, pero no fue tan escandaloso como en los gobiernos de AP y el APRA). La reconstrucción del sistema de carreteras es otra cosa que hizo Fujimori que personalmente constaté como repercutía en beneficio de los pueblos pequeños en los que se reducía mucho el tiempo de viaje a Lima, los hospitales y postas médicas en las provincias también funcionaron mucho mejor que con Alan o Belaúnde en tiempos de Fujimori y creo que la lista es muy grande…se extendería a toda una entrada y no solo a un comentario. Pero Fujimori cometió un gran error (tal vez tuvo varios pero si lo medimos con la vara de los otros que lo antecedieron, su performance fue mucho mejor) y fue el de creerse dueño del Perú. Recuerda: un gobernante no es un caudillo sino un trabajador contratado por el pueblo. La ambición lo corrompió y todo lo que hizo se derrumbó debido a su ambición y su ceguera . Tal vez el diga que fue una ambición en beneficio del Perú y YO LE CREO. Pero así como dice Alan que en política no hay que ser ingenuos, él fue ingenuo si creyó que esa clase política tradicional lo iba a dejarse ir tan facilmente sin cobrarse la revancha. Fue ingenuo en creer que Montesinos (traidor a la patria, antes del gobierno de Fujimori) era un patriota que estaba en el cargo solo para servir a su pais. Fue ingenuo. La historia nos dio otro: LEGUIA. El «¿Yo ladrón?» de Leguía podríamos compararlo al «¿Yo ratero?» de Fujimori. Ambos hicieron muchas cosas buenas por el país pero terminaron mal por su ambición desmedida. ¿Es una pena? Sí lo es. Porque la experiencia de Fujimori en el gobierno sería mejor aprovechada si estuviera en el Perú ayudando a los siguientes gobiernos y se olvidaran rencillas políticas para aprovechar las ideas y la experiencia de un hombre que fue muy efectivo en solucionar los grandes problemas que tenía el Perú en los años 90. No solo fue suerte de Fujimori, como dicen algunos de sus detractores, porque en el gobierno de Fujimori él tuvo que enfrentar desde plagas (el cólera) y desastres (los niños) hasta guerras y calamidades terroristas (cualquier peruano tuvo que pensar en él cuando vieron en las noticias el resultado del «rescate» de los rehenes en esa escuela en Rusia. cientos de niños muertos y una toma armada sin ningún respeto por la vida. En comparación con eso, la toma de la residencia del embajador en San Isidro fue lindísima, perfecta…) Sin ir muy lejos y sin presumirlo culpable, hay que recordar como Alan García terminó con el motín en El Frontón: Esos cientos de presos que se dice él ordenó asesinar. Por eso, cuando la gente habla de sentar a Fujimori en el banquillo yo estoy de acuerdo, pero que lo sienten al lado de Alan García, que tiene la tremenda concha de presentarse de candidato y nadie dice nada porque la «ley» está de su lado. Alan García que destruyó el país con su demagogia, que polarizó al pueblo entre ricos y pobres debido a su mal organizada estatización de los bancos, que creyó que se podía generar riqueza imprimiendo billetes y cuyas fantásticas ideas de un tren eléctrico y de una red de mercados populares son ahora testimonio de como se desperdiciaron las pocas reservas que tenía el Perú en ese momento para satisfacer su ego. Yo creí en Alan García, a mis quince años, porque en ese tiempo creía que los presidentes eran equipos de fútbol a los que había que seguir ciegos. Con Fujimori creo que aprendí la lección. Los presidentes son hombres y se equivocan. Hay que corregirlos cuando lo hacen, portestar cuando se abusan nuestros derechos y defenestrarlos cuando pretenden apropiarse de un empleo que el pueblo solo les dio temporalmente. Fujimori hizo muchas cosas buenas pero los errores que cometió son suficientes para que merezca no volver a ser presidente. Si se sentara a reflexionar se daría cuenta que en un gobierno suyo el país estaría tan polarizado que posiblemente su victoria causaría más problemas que soluciones. Pero hay que asegurarle un juicio justo como a todo hombre y, por favor, que a su lado se siente en el banquillo ese cretino que lleva una estrella como símbolo.
1 marzo, 2006 at 9:09 pm
>Gracias por tu respuesta a mi comentario. Me quitastes las palabras de la boca. Hace mucho que me di cuenta que la obsesion de los peruanos por el futbol se transpasa a la politica. Asi como dicen «Soy hincha de la U (o Alianza) hasta la muerte,» igual demostraban su lealtad al Apra, AP, PPC sin pensar en que representa cada candidato.Mientras tanto, continua la persecusion politica departe del gobierno «democrático» de Toledo contra los Fujimoristas. Hasta Sadam Hussein tiene el derecho y privilegio de contar con la mejor defensa legal possible, incluyendo tener como abogado a un ex procurador general americano, pero Fujimori (el cuco que les hace perder el sueño a los politiquillos de carrera en Peru) no puede tener ni un techo donde pasar la noche. Lean esto. ***********************************Casa de Fujimori (Del Diario El Correo)Investigación El procurador ad hoc Antonio Maldonado señaló que se investigará cómo se financió el alquiler de una residencia en Santiago que iba ser utilizada por Alberto Fujimori en caso se le diera arresto domiciliario. También dijo que se ha identificado a algunas personas que ayudaron a Fujimori a viajar a Chile sin ser detenido, en un periplo que se calcula costó alrededor de 500 mil dólares. ***********************************Pregunta: No fue gracias a la ayuda de estas personas que Fujimori fue «capturado»? Hubiesen preferido que se quedara en Japon, donde era intocable? Porque no le extendió el gobierno peruano una invitación a Fujimori a regresar a enfrentar los cargos cuando supieron que tenia planes de viajar (recuerden que fue el gobierno el que le extendió un nuevo pasaporte)? Porque el temor no es que Fujimori escape la justicia, sino el temor a la fuerza politica que representa. Fujimori demostro que la clase politica tradicional es obsoleta (asi fue elegido Toledo y ahora Umala se perfila como verdadera posibilidad) y lucha con uñas y dientes por su supervivencia.Lo peor es que segun la escuestas, la segunda vuelta seria entre Umala y Alan: de guatemala a guatepeor. En una esquina, el ex presidente que fue lo suficientement inteligente (lease sapazo) para esperar a que caducaran las acciones legales en su contra para volver al Perú y en la otra, un aspirante a caudillo a la Hugo Chavez/Evo Morales.