Renso Gonzales escribe en el editorial del Carboncito 8 que uno de los comics que más lo ha hecho cagarse de risa es El hombre Araña en Resinápolis. Carboncito 8 me llegó el jueves y leer eso me ha emocionado. Además en el comic del perro Lito, con una fiesta donde participan diversos personajes del cómic nacional, fue extraño ver también al Hombre Pus detrás del sofá y luego robándose un jonca de chelas. Extraño al Hombre Pus.
El comic publicado en este número lo hice hace como tres meses. Es una mezcla de influencias de cine, el filme El Perfecto Humano de Von Triers, Corto Maltés y The Sandman. Pus es un inmigrante ilegal más cruzando la frontera por el desierto, y sobrevive a la noche y la persecusión de los agentes de frontera para encontrarse con una mesa de ajedrez donde se juegan una partida Corto Maltés y la Muerte (el personaje de Gaiman, una mujer)
Además me llegó la última edición del Crash Boom Zap. Creo que hay que hacer algo juntando todos los ingredientes. No sé exactamente qué todavía. Pero algo hay que hacer. Me he cagado de risa con la versión del perro Lito y la chola Jacinta. Todavía se puede hacer buen comic subterráneo en el Perú.
Ana Diz tiene las pupilas abiertas argentinas. Recorre el estrecho pasillo de una tienda de comics. A los 60, todas las tapas de los libros le resultan novedosas, emocionantes. Se pide Sandman, Sin City y Watchmen. Es decir, quiere conocer de una sola vez cual es el barullo en torno a estos tres revolucionarios del género.
Luego de pedir una botella de vino en la cascada de la calle Bleeker, Ana se sienta a ver pasar las luciérnagas. Está viva, abre las pupilas inmensas y comenta que «si no tienes que ir no vayas ché». Luego habla del Cuarteto de Alejandria y Under the Volcano, la novela trascendental de la narrativa inglesa de este siglo. Camilo cree ver influencias en la obra de Ana y el Cuarteto. Ella nos dice que la experiencia de su lectura la ha transformado. Entra Rulfo, el Pedro, que la ha cambiado igual. Las luciérnagas solo han de vivir un día. Los postes de Washington Square los han cubierto con lámparas de papel chino. El Village tiene un rostro distinto. Anoche paseaba por aqui con Elisa y se prendía un porrito. No hay ley en Washington Square, que lo diga Pat Pot, la pintora. Así que Ana ha ofrecido un texto para The NYST. Sobre Sandman tal vez, y sus primeros poemas en inglés sobre los ruidos para el siguiente NYSt. Ana tiene 60 pero ofrece presentarnos el bar más viejo de NY. En McSorleys ella lee NYST. Sugiere renovar, dejar la formalidad, hacer algo chico y más lindo. Diagramar de nuevo.
Se va en un taxi a su casa en el Upper East Side. Me imagino que hojeando los comics y recordando el delicioso plato de la cascada.