
«Mistura es una mezcla bonita» dice Gastón, en el documental The Power of Food de Patricia Pérez. Mis estudiantes miran y se ríen de buena gana con los comentarios del chef Javier Wong: «¿Puedes comer lomo saltado todos los días? No, porque aburre. ¿Se puede comer cebiche todos los días? Claro que sí. El cebiche es adictivo».
¿Es una reseña? Sí es una reseña. Es una reseña positiva de un evento que sucede todos los años. «¿En dónde profesor?» En Lima. «¿Y cuántas variedades de papas dice que cultiva? ¿185? Y yo solo conozco 3…»
«Es que en nuestros países hay de todo ¿no es cierto?» «¿El pescado del cebiche no se cocina no?» «¡Se cura con el limón!» «¿Cómo se le dice a ese grupo de gente que canta y baila? ¿Comparsa?»
«Yo lo ví a ese Gastón Acurio, estaba con un chef español muy famoso y habían inventado un tipo de dulce. No sé si se hizo conocido o no.»
Y el documental se va desde la feria en Lima hasta las alturas del Cuzco, donde Don Julio Hancco, que solo ha terminado tercero de primaria, sabe cómo sacarle a la tierra 185 variedades de papa. Habla quechua y sus palabras me hacen recordar las imágenes de ciertas páginas de Los ríos profundos que he venido leyendo en el tren, los cantos a los cernícalos que saltan desde los acantilados y se prenden de los cóndores con sus uñas.
En Mistura encontramos a «El Chinito» y el mejor arroz chaufa, a los panaderos que compiten por una medalla, a Doña Grimanesa con la receta secreta de sus anticuchos, cocinando los palitos mientras recibe pedidos en el celular; a las comparsas que pasan frente a la cámara diciendo: «Solo se vive una vez».
Se ha armado un pequeño alboroto en la clase cuando les digo que he descubierto que el diccionario de la Real Academia incluye «pompa» como «bomba de agua y «bloque» como «grupo de casas». «Eso no está bien…» dice Gustavo, apesadumbrado. Hace una semana, él defendía la pureza del español que se está perdiendo a manos del spanglish.
¿Es el spanglish una mezcla bonita? ¿Es una mistura? ¿O es un injerto abominable que crece y engorda corrompiendo al español?¿Es el spanglish el heraldo negro que nos manda la muerte?
Mis alumnos comparten bocaditos que han traído a la clase y se desean felicidades antes de partir a celebrar Acción de Gracias. «Feliz día del pavo» dicen algunos.
Hoy la noche acaba con buenas noticias. Se resumen en la foto del rostro sonriente de Hillary Clinton anunciando el cese de las hostilidades entre Israel y la ciudad de Gaza; y en este texto explicativo del New York Times acerca del rol del presidente de los Estados Unidos que ha mantenido una comunicación telefónica constante con el líder egipcio: «a singular partnership developing between Mr. Morsi, who is the most important international ally for Hamas, and Mr. Obama, who plays essentially the same role for Israel…»
El artículo dice que la inusual colaboración–Morsi pertenece a la organización extremista Muslim Broterhood– se debe a que el mandatario egipcio parece ser un interlocutor orientado a la resolución de problemas; ha sido franco, ha ido directo al grano. Uno de los testigos presentes durante las conversaciones telefónicas ha declarado que hubo una conexión inmediata entre Morsi y Obama.
¿Será otra mezcla bonita?