El candidato republicano no ha entendido lo que la gente pide en este momento: CAMBIO. El ciudadano promedio de los Estados Unidos, el inmigrante que ha llegado en busca de oportunidades, el trabajador de clase media, el intelectual que se preocupa por la imagen de su pais en el mundo, la madre que solo quiere estabilidad y seguridad para su familia, el estudiante que no quiere vivir con la angustia de no tener trabajo o no poder pagarse un seguro medico, el soldado que teme verse envuelto en otra guerra de la que no podrá salir con vida, el ciudadano americano promedio que ha visto como en dos períodos consecutivos el gobierno de George W. Bush ha dilapidado las reservas dejadas por Bill Clinton, envilecido la imagen de Estados Unidos en el mundo, depreciado el dolar, inmiscuido en dos guerras de las que no sabe como salir ni como demostrar los resultados que se habia propuesto conseguir al empezarla.
El gobierno de la bravuconada y el odio, del autosuficiente partido republicano que ha despreciado a todas las instituciones, organismos y naciones del mundo que se opusieron a su mal planeada segunda Guerra del Golfo y su toma de Baghdad, desde las Naciones Unidas hasta Greenpeace. El partido republicano y los ultra conservadores que se han burlado de la Convención de Ginebra y del Protocolo de Kyoto; que han vilipendiado a los pacifistas, a los ecologistas, a los evolucionistas. Maldita sea la hora en que los eligieron los norteamericanos.
El discurso de Barck Obama anoche en Colorado fue claro, inspirado y concreto. Estados Unidos puede ser un mejor país que lo que ha sido los últimos 8 años, Estados Unidos puede ser aún el último refugio de esperanza para quienes llegan a estas orillas en busca de un lugar donde se dignifica a quien trabaja y a quien quiere hacer dinero y prosperar en el campo que desee, en base a esfuerzo y sacrificio.