Si bien quienes defienden la ambición de William Carlos Williams de escribir un poema épico que utilice el habla de los Estados Unidos, han querido consagrarlo como el más norteamericano de los poetas del siglo XX; su poema Paterson consigue las mejores imágenes y versos en aquellas líneas donde se proyecta más allá de los bordes de su país.

Tras sus diatribas contra Pound y contra T.S Eliot, a quienes algunas veces calificó de decadentes europeos y de traidores who had run far and wide sniffing at the trees, barking their profundities to each other , el quinto libro de Paterson–que no constaba en la idea original y que Williams añadió en 1958–, es la recreación del River of Heaven (título del quinto libro en los manuscritos originales) y una mirada nueva a la Comedia de Dante.

Pound concibe sus Cantares como una versión universal de la Comedia, como la gesta de una tribu–la humana–que ha trascendido los bordes de Europa. Eliot abriga sus versos más luminosos con el aliento de Virgilio y de Dante. Williams, tras haber agotado su búsqueda de las musas entre las pulcras bibliotecas de los suburbios, da con ellas entre su maltratada colección de poesia clásica. Su quinto libro, con certeza, describe las impresiones del doctor Paterson saliendo del monótono infierno de Rutherford y entrando al Paraíso.