El día ha sido extremadamente lento a pesar de haberme levantado temprano. He ido a la escuela de danza del Bronx a tomar unas fotos para el Bronx Journal. Luego he avanzado con la clase del martes, preparando algunas fotocopias que quiero entregarles a los alumnos. Y he visto Luz de Invierno, parte de la trilogía de Bergman. El tema es Dios y la soledad del hombre que se cree perdido pues es incapaz de creer. Desamparado por que ha perdido la capacidad de la fe, o tal vez, como se dice en A través del cristal oscuro, porque el hombre se ha protegido alrededor de un circulo magico, esta muralla que lo cerca y evita que se introduzcan sensaciones ajenas. Y si el hijo se sorprende porque al final su padre le habla, en Luz de invierno, el padre deja de hablar, al menos no se dirije a este cura desamparado en su luteranismo, porque ha perdido la comunicacion con Dios. Y se repite el esquema del hijo, que cree que todos en el mundo andan en cajas separadas, como los que se acercan a comulgar que al parecer pertencen a una comunidad pero en la realidad siguen aislados uno del otro.
Me he preparado un pan pita fabuloso con atún, pavo y manzanitas de postre.