El tiempo pasa lento cuando hace frio y uno espera el tren. Pasa lento si cancelan el tren que viene. Y lento si se retrasa el siguiente. Pero siempre quedan cosas positivas. Con dos tazas de chocolate caliente, conversando con el hijo del propietario del Cebiche del Rey, que ahora tiene cuatro restaurantes en Costa Rica. Ese acento peruano es inconfundible. ¿Knollwood? otra vez lo mismo y la demora, conversando con Giovanna mientras pasa el tren. La llegada de Miguel ¿Celos? Enfermizos parece. Pero no entiendo lo que puedo hacer por cambiar eso. Nada probablemente. El invierno ha llegado fuertisimo. Empiezo a ver los Siete Samurais de Kurosawa. El placer del buen cine en Nueva York. Otra vez.